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5 medidas simples que puedes tomar  si tu piel es propensa al enrojecimiento

5 medidas simples que puedes tomar si tu piel es propensa al enrojecimiento

Contenido realizado en alianza con Mindbodygreen

No es fácil tener piel sensible. Hasta los cambios más pequeños en tu rutina pueden provocar enrojecimiento en tu rostro. La temporada de alergias, el consumo de alcohol, el ejercicio intenso y el consumo de algunos alimentos picantes son algunos de los responsables más comunes. No significa que esto necesariamente sea “malo” para ti, pero si estás viviendo un período de sensibilidad, hay cosas que puedes hacer para ayudar a tu piel.

  1. Utiliza un régimen de cuidado de la piel que sea delicado y relajante.

Esto es más fácil decirlo que hacerlo. Ahora más que nunca, con la existencia de tantas marcas de productos para el cuidado de la piel en todo el mundo, puede ser muy difícil encontrar aquellas que son realmente seguras para las pieles sensibles. La línea de cuidado para pieles sensibles de Burt’s Bees está aprobada para su uso por la National Eczema Association (NEA), no tiene fragancias y contiene ingredientes relajantes como el extracto de algodón y el áloe. Además, la piel sensible puede beneficiarse de un régimen constante de cuidado de la piel y de no exponerse continuamente a nuevos productos. A menudo, hay uno o más ingredientes en un solo producto que irrita la piel sensible y, si no logras aislarlo, es imposible saber cuál de todos es el responsable.

  1. Evita las comidas picantes o que puedan producir inflamaciones.

Algunos de los alimentos que aceleran el sistema,  como el alcohol, la cafeína y las comidas picantes, pueden estimular la piel que es propensa al enrojecimiento. Dependiendo de tu sensibilidad individual, puede ser diferente para ti. Por ejemplo, algunas personas son más sensibles al azúcar y al gluten. Otras reaccionan a la temperatura de la comida o al hecho de que determinados alimentos y especias elevan su temperatura corporal. Sin importar cuáles sean tus “desencadenantes”, la piel sensible suele verse beneficiada si los evitas.

  1. Intenta con un masaje facial con un rodillo de jade.

Sigue nuestro consejo: el masaje facial con un rodillo de jade es un complemento relajante y agradable a cualquier régimen de cuidado de la piel. ¡Está de moda por una razón! Se dice que el jade ayuda al proceso de drenaje linfático de la piel (podemos decirle adiós a la piel hinchada) y la piedra de jade tiene un efecto refrescante, que ayuda a aliviar la piel sensible y propensa al enrojecimiento. Es muy agradable utilizar un rodillo de jade luego de aplicar una crema hidratante que ayuda a su absorción. Aplica la crema hidratante de día para pieles sensibles de Burt’s Bees, déjala reposar aproximadamente durante 30 segundos y luego aplica  una ligera presión con el rodillo en la línea de la mandíbula, debajo del hueso de la mejilla, sobre el área sinusal y los lados de la frente. Luego, haz lo mismo con el otro lado de tu rostro. Para darle un toque extra a esta refrescante sensación, guarda el rodillo en el refrigerador un rato antes de usarlo.

  1. Nunca olvides lavarte el rostro.

Irte a dormir con maquillaje, con restos de protector solar o con la piel “limpia”, pero que no se lavó con un limpiador suave. es arriesgado. Es importante eliminar del rostro toda acumulación de residuos del día, ya que la exposición a la contaminación se convierte en una preocupación creciente en lo que respecta a la salud de la piel, y los residuos restantes pueden acumularse con el tiempo. Si estás demasiado cansada al final del día o si viajas mucho, prueba las toallitas limpiadoras para pieles sensibles de Burt’s Bees con extracto de algodón, o si todavía no encontraste un limpiador lo suficientemente suave para tu piel sensible, el limpiador facial para pieles sensibles de Burt’s Bees es una gran opción.

  1. Considera eliminar por completo las fragancias de tu rutina de cuidado personal.

Si has visto buenos resultados al eliminar las fragancias de tus productos para el cuidado de la piel, intenta eliminarlas de todos tus productos de cuidado personal: gel de baño, desodorante, perfume e, incluso, detergente para la ropa. Si consideras que te sentirás abrumada, hazlo durante un mes y observa qué ocurre con la piel de tu rostro, cuero cabelludo y cuerpo. ¡Es posible que te lleves una grata sorpresa!

Si tienes piel sensible, es de suma importancia tomar medidas, por más sencillas que sean, que te permitan escuchar lo que tu cuerpo intenta decirte. Controla tu sensibilidad y  lo que estás haciendo cuando notes un enrojecimiento. De esta manera, podrás saber cuáles son tus desencadenantes y evitarlos cuando sea necesario.